Una uña sana es caracterizada por tener un color rosado, con un toque blanco degradado en la base. Cuando este no es su color, es decir, si vemos que están negras, marrones, amarillas, moradas, o si tienen líneas blancas, debemos actuar de inmediato para identificar la razón del cambio, ya que esto puede indicar que estamos presentando problemas dentro del organismo.
A continuación nos enfocaremos en las razones de por qué las uñas se ponen moradas y qué medidas debemos tomar en consideración.
Si tu manos o pies presentan al menos una uña morada, puede deberse a alguna de las siguientes razones:
● Problemas circulatorios
El aparato circulatorio tiene la tarea de enviar sangre oxigenada a todos los órganos y tejidos del cuerpo, incluyendo las manos. Sin embargo, cuando este proceso no se realiza de manera adecuada, el cuerpo lo manifiesta de diversas maneras; en el caso de las manos o pies, tornando las uñas de un color azulado o morado, debido a la falta de oxigenación del fluido sanguíneo.
Cabe resaltar que estos problemas suponen un riesgo para la salud de nuestro cuerpo; por lo tanto, si añadido a las uñas moradas sentimos que en ocasiones se nos entumecen las extremidades, o notamos que nuestros pies se hinchan, e incluso nuestra manos y pies se vuelven frías, debemos acudir al médico para que realice los exámenes cardiovasculares pertinentes.
● Enfermedad de Raynaud
Se trata de un trastorno que incide en los vasos sanguíneos, afectando por lo general los dedos de las manos y los pies. Lo que ocurre con esta enfermedad, es que en momentos de frío y estrés los vasos se vuelven estrechos, ocasionando que la superficie de la piel no obtenga el fluido sanguíneo que necesita, haciendo que los dedos pierdan su color natural y que las uñas se tornen de un color entre azul y morado.
No existe examen clínico que sirva para detectar la enfermedad de Raynaud, de modo que, para averiguarlo, el médico comenzará con una prueba conocida como “capilaroscopia del pliegue ungueal”, en la cual observará a través del microscopio la piel de la base de la uña, a fin de encontrar deformidades o aumento de tamaño en los vasos capilares.
● Hematoma subungueal
Es el sangrado que se produce debajo de la uña a causa de un golpe o aplastamiento de la misma con un objeto contundente. Esta sangre acumulada entre la piel y la uña es la que genera que su coloración cambie a un tono morado.
En el caso de que hayamos recibido un intenso golpe en la uña, podemos aplicar hielo y elevar el dedo; de esta manera el fluido se dispersará y evitaremos la decoloración.
Ahora bien, si observamos que la contusión ocupa gran parte de la uña, o tenemos dificultad para mover el dedo, es preciso que acudamos al médico. El especialista, además de examinar el golpe para indicar si el daño ha sido grave o no, procederá a filtrar la sangre acumulada, y de esta forma se eliminará la decoloración que ha sido formada como consecuencia.
● Dedo de tenista
Consiste en hemorragias subungueales, localizadas en los dedos de los pies, por lo general en el primero y en el segundo.
Es muy frecuente en deportistas por su repetitivo deslizamiento del pie hacia adelante. Aunque también puede producirse en personas no deportistas que tengan deformidades en los dedos, que corran constantemente en dirección descendente o quien lleve un calzado demasiado ajustado.
El siguiente procedimiento debe realizarse con mucha precaución, y es importante que se lleve a cabo durante los primeros dos días, después de producido el golpe.