¿Qué puedo comer si padezco diabetes tipo 2?

A los diabéticos tipo 2 a menudo se les dice que deben perder peso para restaurar su constante glucémica y prevenir las complicaciones de la diabetes. Es cierto, pero las dietas estrictas no son el camino por seguir.

La dieta de los diabéticos tipo 2 es ante todo una dieta equilibrada, variada y diversificada, con una excepción: el control de la cantidad de hidratos de carbono ingeridos.

Un mito que tenemos que erradicar es que una persona con diabetes ya no puede comer ningún alimento azucarado. Con los cuidados adecuados, se puede llevar una dieta que incluya todo tipo de alimentos sin que esto conlleve a complicaciones de la enfermedad.

Pero para llegar allí, debes tomar las decisiones nutricionales correctas y asesorarte con profesionales que te llevarán paso a paso a encontrar la dieta perfecta para ti.

Diabetes tipo 2: Un breve recordatorio

La diabetes tipo 2, comúnmente llamada "diabetes grasa", se caracteriza por una deficiencia parcial en la secreción de insulina unida a una resistencia a la acción de la insulina, lo que da como resultado un estado de hiperglucemia.

Generalmente es prerrogativa de las personas mayores de 40 años que tienen sobrepeso o tienen un poco de sobrepeso. Por lo tanto, es importante asegurarse de estabilizar o perder peso con el establecimiento de una dieta baja en calorías si es necesario.

Para obtener un resultado duradero, es imprescindible asegurar una correcta ingesta nutricional acorde con los hábitos alimentarios de los pacientes, sus gustos, su forma de vida… y sobre todo fijarse objetivos alcanzables.

La dieta no será demasiado restrictiva (basta con una reducción del 15 al 30% de la ingesta calórica total) ni sinónimo de tristeza porque no sólo estará abocada al fracaso a largo plazo, sino que no permitirá la diversidad dietética ni la amabilidad necesarias para el mantenimiento de una buena salud.

Lo mejor es establecer buenos hábitos alimenticios, lento pero seguro. Tenga en cuenta que los beneficios generados por un cambio en el comportamiento alimentario alivian las limitaciones.

A estas medidas habría que añadir un punto esencial: la práctica de actividad física, ¡por mínima que sea!

Hay que comer menos derivados del azúcar

El segundo objetivo es limitar las variaciones excesivas de azúcar en sangre. Pero no es reduciendo o eliminando la ingesta de dulces cómo se llegará, porque entonces será en beneficio de las grasas.

Este es un error manifiesto. Incluso es necesario que la mitad de la ingesta calórica diaria esté representada por hidratos de carbono y que estos estén bien repartidos a lo largo del día. Sin embargo, ¡no todos los carbohidratos son iguales!

Debe rehabilitarse e incrementarse el consumo de almidones, frutas, verduras, leche y derivados lácteos en detrimento del azúcar y los dulces.

¿Qué carbohidratos puedo comer?

Hoy ya no prohibimos el azúcar, pero lo autorizamos, ya no hablamos de carbohidratos rápidos y lentos sino de azúcares simples y complejos a calificar por el índice glucémico. ¡Caen los dogmas!

Entre los alimentos con carbohidratos, se deben preferir aquellos con un índice glucémico bajo o moderado. Entre ellos se encuentran el arroz integral, la pasta cocida al dente, el pan integral o de cereales, las legumbres, frutas como peras, albaricoques, melocotones. Es importante no prohibirlos porque son aliados imprescindibles para ahuyentar el hambre.

Tenga en cuenta que las bebidas alcohólicas son altas en calorías y, por lo tanto, promueven el aumento de peso. ¡Ese no es el objetivo! Modera tu consumo a 2 copas de vino al día o equivalente, durante las comidas.

Opta por beber mucha agua, la única bebida imprescindible, y en algunas ocasiones café, té o infusiones. Las bebidas azucaradas como las gaseosas o los jarabes de frutas se reservarán para las hipoglucemias.

Controla los factores de riesgo cardiovascular

El enemigo no es tanto el azúcar sino la grasa. Para reducir la ingesta de calorías, no hay ningún secreto, se pasa por una reducción de grasas. Además, al reducir la grasa y el colesterol de la dieta, se puede controlar la aparición de enfermedades cardiovasculares.

En la práctica, se debe prestar atención al aspecto cualitativo. Elegir preferentemente grasas buenas para condimentar, concretamente grasas vegetales como el aceite de colza o de girasol por su aporte de ácidos grasos esenciales y ciertas vitaminas liposolubles como la vitamina E antioxidante. Para cocinar, opta por el aceite de oliva.

En cuanto a las grasas animales, no se necesita demasiada, pero no es deseable eliminarlas y utilizarlas de forma que conserven sus cualidades nutricionales. ¡Un poco de mantequilla fresca cruda o nata fresca en un plato de verduras o pasta no está prohibido!

En resumen, variar las fuentes alimenticias de grasas. Pero ojo, ya sean vegetales o animales, no dejan de ser grasas y están lejos de ser calóricas, así que modera las cantidades consumidas.

¿Cómo armar un buen plato?

Para obtener el mejor equilibrio glucémico posible, es fundamental tener horarios de comidas regulares (al menos 3 comidas al día), adoptar buenos hábitos alimentarios y respetar una buena distribución de los alimentos a lo largo del día; ¡todo personalizado!

Es importante insistir en que en cada comida debe estar presente:
  • 1 verdura fruta cruda;
  • 1 ración de carne o pescado o huevos;
  • 1 plato de almidón (pasta, arroz, etc.) combinado con verduras verdes;
  • 1 lácteo o una loncha de queso;
  • 1 rebanada de pan integral;
  • Agua;
Diversificar y divertirse ¡Todo con alegría y buen humor sin olvidar una buena dosis de voluntad y un poco de deporte!

Preguntas Frecuentes

¿No puedo comer azúcar si tengo diabetes?

Esto es completamente falso. Una persona con diabetes puede continuar consumiendo azúcar, pero con moderación. Es aquí cuando se vuelve imprescindible un plan nutricional adecuado para cada paciente y así poder sobrellevar la enfermedad de la mejor forma.

¿La diabetes tiene cura?

No. La diabetes es una enfermedad que no se puede curar. Sin embargo, los avances médicos han logrado avances importantes logrando controlar por completo la enfermedad cuando se descubre en etapas tempranas.

¿Puedo llevar una vida normal si tengo diabetes?

Si, todo depende del estilo de vida que desees adoptar. Una persona con diabetes puede realizar casi cualquier actividad sin ningún impedimento, y también comer cualquier alimento de manera responsable.
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