¿Qué factores influyen en la delgadez y gordura?

El asunto de la complexión y el peso casi siempre preocupaba a las personas y hoy en día sigue siendo bastante contradictorio. La mayoría de nosotros se pregunta por qué alguna gente puede permitirse comer todo tipo de productos alimenticios y no se engordan mientras que otros no dejan de hacer dieta, practican actividades físicas de forma regular, pero siguen ganando peso.

No hay una norma precisa

Ha de notar que no existen ningunos estándares, modelos referentes a los aspectos físicos, ya que tales parámetros como el color de los ojos, de la piel se transmiten genéticamente, son innatos y no dependen de nuestra voluntad, así que hay que aceptarlos tales como son. Se puede destacar tres tipos de la complexión del cuerpo humano que son conocidos como asténicos, normosténicos u hipersténicos.

Es evidente que cada uno de ellos tenga sus particularidades de lo que se trata a continuación.

Tres tipos principales de la complexión

Empezaremos nuestra descripción con los asténicos. Cabe señalar que son ligeros, disponen de los huesos bastante delgados. Está claro que como toda la gente también tienen una capa de grasa, sin embargo es bastante invisible e impalpable.

En cuanto a los normosténicos, se destacan sus músculos y una capa de grasa que, empero, es más ostensible y más desarrollada en comparación con los asténicos. Suelen ganar y perder peso con facilidad.

Referente a los hiperesténicos, también cuentan con una capa de grasa bastante desarrollada, les cuesta adelgazar y además, tienden a tener sobrepeso y padecer de la obesidad.

Así que hemos estudiado qué tipos de conexiones existen, qué rasgos característicos tienen. Entonces vamos a ver cuál es el factor principal que en gran parte tiene impacto en nuestro peso.

¿Qué significa “punto de ajuste”?

Los científicos han confirmado que en general el 40% de nuestro peso depende de la genética, no se puede modificarlo, además, no parece razonable y eficaz tratar de afrontar la genética.

Hay una definición llamada “punto de ajuste”. Significa que nuestro peso oscila dentro de los 3-5 kilogramos. No obstante, en caso de que gocemos de buena salud, el peso permanece más o menos al mismo nivel sin alteraciones bruscas.

Por otra parte, es indudable que cada persona tiene un metabolismo distinto. En particular, los asténicos y los normosténicos disponen del metabolismo que les permite quemar los excesos de los productos alimenticios bastante rápidamente. En cuanto a los hipersténicos, en cambio, su metabolismo se modera.

Por consiguiente, nos hemos asegurado de que nuestro peso y complexión en gran medida se basan en los aspectos genéticos que están fuera de nuestro control.

Importancia de la aceptación de su cuerpo

Es necesario aprender a aceptar a sí mismo, su cuerpo con todos sus virtudes y defectos. No hay que hacer ilusiones y tratar de obtener una delgadez irreal. Es importante apreciar lo que nos dio la naturaleza.

Sin embargo, muchas personas se olvidan de este consejo, el concepto impuesto de delgadez se considera moderno y común en nuestra sociedad. Hay gente que se tortura por medio de dietas poco razonables y ejercicios deportivos fatigosos con el objetivo de adelgazar, conseguir el peso por debajo de lo normal.

No obstante, tal comportamiento no conlleva ningún éxito, en cambio, es demasiado nocivo para el estado de salud. Provoca sobrealimentaciones compulsivas, a las personas les hace difícil controlar sus costumbres alimentarias.

Por ejemplo, una mujer puede alcanzar el peso tan deseado que le parece perfecto, pero el resto del tiempo tiene que padecer de sobrepeso y el deseo casi incontrolable de comer más de lo normal. Los especialistas convencen que no significa que tales personas no tengan voluntad, sino que es consecuencia de dichas restricciones.

Es que las dietas alteran el punto de ajuste. Aunque antes el peso solía recuperarse con facilidad después del consumo excesivo de los alimentos durante las fiestas o vacaciones en hoteles “todo incluido”, las dietas afectan el organismo y resultan que cada vez el peso consigue un nivel más alto que es difícil de cambiar.

Resumiendo, podemos deducir que las dietas y la aspiración impuesta de obtener algún estándar son perjudiciales para nuestra salud.

Industria de las dietas nos impone los estereotipos

Por desgracia, la publicidad nos impone los estándares falsos, nos hace pensar que podemos alcanzar cualquier forma de cuerpo apoyando la idea de dietas dañinas para la salud y los entrenamientos agotadores que contribuyen al adelgazamiento.

Las personas que hacen deportes profesionales rara vez tienen su mejor forma. El resto del tiempo tienen que curar los trastornos alimentarios y luchar contra tales consecuencias de sobrecarga como diversos traumas, inflamaciones y enfermedades hormonales.

De ahí que sea imprescindible tener en cuenta su complexión y punto de ajuste, consultar al médico en caso de que quiera ponerse a dieta, seguir sus prescripciones, evitar restricciones no coordinadas con el especialista.

Por lo que se ve, lo importante es aprender a aceptar el cuerpo dado por la naturaleza. No obstante, si se persigue la meta de adelgazar hay que hacerlo de un modo apropiado.

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  • se ha elaborado conforme con las peculiaridades de cada persona teniendo en cuenta su ritmo biológico;
  • se basa en el principio de quema pasiva de grasa que aumenta la efectividad del producto.
Resumiendo, deseamos que esté en armonía con su cuerpo, no le haga sufrir, cuida de su salud y sea feliz.
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