La diabetes en niños y la escuela

Como todos sabemos, la vida escolar es una etapa importante para todo niño, pero es aún más compleja si el niño padece una enfermedad crónica, como la diabetes. La vida en grupo es fundamental y contribuye a un buen desarrollo, tanto psicológico como social.

Para que los niños con diabetes mellitus reciban una atención segura y competente durante el horario escolar, es importante que el personal docente tenga un conocimiento mínimo sobre la diabetes, tanto para combatir ciertos prejuicios como para favorecer su integración. y éxito académico.

Dicho esto, el niño diabético debe gozar de una niñez completamente normal y participar en las mismas actividades que sus compañeros de clase.

¿Qué es la diabetes?

Se trata de una enfermedad autoinmune en la que el organismo destruye de forma irreversible las células beta del páncreas, encargadas de la producción de insulina, provocando así una ausencia de esta hormona, imprescindible para la vida.

La insulina es esencial para el uso del azúcar (glucosa) en la sangre, la principal fuente de energía del cuerpo. En ausencia de insulina, el nivel de glucosa aumenta considerablemente en la sangre:

  • La diabetes tipo 1 es una enfermedad crónica no contagiosa que puede tratarse, pero aún no curarse. En este sentido, podemos decir que la diabetes tipo 1 nunca se detiene;
  • La diabetes tipo 2, también llamada diabetes "resistente a la insulina", aparece principalmente en adultos mayores de 40 años, aunque cada vez vemos más este tipo de diabetes apareciendo en niños y adolescentes;
No es raro escuchar a algunos padres decirnos "Comió muchos dulces, deberíamos haber estado más atentos". Sin embargo y contrariamente a la creencia popular, una dieta demasiado rica en dulces NO es la causa de la diabetes tipo 1.

Manifestaciones de la diabetes tipo 1

La diabetes tipo 1 puede presentarse de diferentes maneras, puede variar en la intensidad que se manifiesta, y no todos los niños muestran los mismos síntomas.

Los 3 síntomas más comunes son:
  • Frecuencia urinaria excesiva;
  • Sed intensa;
  • Pérdida de peso inusual, a pesar del hambre exagerada;
Sin embargo, también pueden aparecer los siguientes síntomas:
  • Dificultad para concentrarse;
  • Una visión borrosa;
  • Irritabilidad;
  • Fatiga, somnolencia;
  • Náuseas y vómitos;
  • Un olor de aliento peculiar;
El tratamiento de la diabetes tipo 1 se basa principalmente en la modificación del estilo de vida, basado en una dieta baja en grasas y azúcares, aumento de la actividad física, medicamentos orales y, en ocasiones, inyecciones de insulina.

Consejos útiles para niños con diabetes tipo 1

La actividad física reduce los niveles de azúcar en la sangre. Esta es la razón por la cual es recomendable que el niño mida su nivel de azúcar en la sangre antes de una actividad y que comente el resultado con los padres si es necesario. También debe darle permiso para comer algo antes y/o durante la actividad física.

El niño/adolescente con diabetes tipo 1 debe poder participar en todas las actividades escolares y extracurriculares. De hecho, estos contribuyen al desarrollo de un estado mental positivo y una buena autoestima.

Por actividades escolares y/o extraescolares entendemos:
  • Excursiones;
  • Clases verdes;
  • Paseos por el bosque;
  • La música/el baile;
  • Fiestas de cumpleaños;
Información práctica: Cualquier actividad escolar y/o extraescolar previsible requiere un mínimo de organización en estrecha colaboración con los padres para encontrar la mejor solución posible adaptada a las necesidades del niño.

¿Cuál es la mejor dieta para un niño con diabetes?

La alimentación del niño diabético debe ser una dieta sana y equilibrada que no difiera de la recomendada para el resto de los niños. También puede comer alimentos dulces.

Es importante no confundir la dieta de un niño/adolescente con diabetes tipo 1 con la recomendada para una persona con diabetes tipo 2, es decir, una dieta baja en grasas y azúcares.

El efecto de los alimentos sobre el azúcar en la sangre depende principalmente de su contenido en carbohidratos.

Estos son los alimentos que aumentan el azúcar en sangre, dado su contenido en hidratos de carbono (almidón, glucosa, fructosa, lactosa, sacarosa, etc.):
  • Almidones (pan, arroz, pasta, patatas);
  • Frutas (frescas, secas, cocidas, guisadas);
  • Leche, yogur y requesón;
  • Extras (dulces, caramelos, tortas, chocolate, chips, budín, etc.);
Los siguientes productos tienen poca influencia sobre el azúcar en sangre, dado su bajo (o nulo) contenido en carbohidratos:
  • Carne, aves, pescado, huevos;
  • Quesos blandos y duros (Camembert, Brie, Gouda, Parmesano, etc.);
En cambio, estos alimentos retrasan la absorción de carbohidratos y puede tener un efecto tardío sobre el azúcar en la sangre:
  • Mantequilla, margarinas, aceites y alimentos grasos (frituras, gratinados, pizza, etc.);
Información Importante: Los niños con diabetes NO DEBEN comer de manera diferente a los demás niños y deben comer sus comidas y meriendas al mismo tiempo que los demás; sin olvidar la administración de insulina.

Complicaciones: hipoglucemia e hiperglucemia

La hipoglucemia se manifiesta por una serie de síntomas que varían de un niño a otro y que pueden cambiar con el tiempo en un mismo niño.

Los síntomas pueden variar en intensidad según la rapidez con la que baja el nivel de azúcar en la sangre y el nivel de azúcar en la sangre antes de la caída.

Síntomas notados por el personal docente y/o educativo o sentidos por el niño:
  • Piel y manos sudorosas, signos de sudoración;
  • Piel pálida;
  • Temblores, falta de coordinación;
  • Un cambio de comportamiento y actitud (agresividad, euforia, apatía, etc.);
  • Irritabilidad;
  • Cansancio;
  • Una falta de enfoque;
Los maestros y/o el personal educativo pueden notar algunos síntomas de hipoglucemia, mientras que el niño puede sentir otros. En este grupo de edad, la mayoría de los niños ya pueden relacionar los síntomas experimentados con la hipoglucemia.

La hiperglucemia ocurre cuando la cantidad de insulina es insuficiente en comparación con la cantidad de glucosa presente en la sangre.

En algunos niños, la hiperglucemia puede pasar desapercibida.

Sin embargo, un nivel demasiado alto de azúcar en la sangre puede hacer que aparezcan los siguientes síntomas:
  • Sed intensa;
  • Una necesidad frecuente de orinar;
  • Dolor de cabeza;
  • Dificultad para concentrarse;
  • Irritabilidad;
Cuando la hiperglucemia es puntual y limitada en el tiempo, no tiene consecuencias.

Si, por el contrario, se vuelve crónico, es decir, en caso de que se observen valores hiperglucémicos repetidos durante varios días, incluso semanas o más, esto puede dar lugar a complicaciones a más largo plazo.

Información práctica: En lo fundamental, es importante que usted, como personal docente y/o educativo, informe a los padres de cualquier síntoma de hiperglucemia que observe en el niño.
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