Una de las desventajas que muchas personas experimentan cuando terminan una dieta restringida en calorías o de pérdida de peso es el temido efecto rebote. Consiste en aumentar el peso perdido durante el proceso o incluso en otra cosa.
El efecto rebote no solo se puede evitar, sino que es mucho más sencillo de lo que mucha gente cree. La clave principal es hacer un régimen de pérdida de peso adecuado para el cuerpo.
Las malas prácticas más comunes son la restricción calórica excesiva, que conduce a la pérdida de grasa, pero también a la edad metabólica y a la masa muscular.
Este es solo un ejemplo de malos hábitos alimenticios. Todos llevan al paciente a ver su cuerpo dañado a largo o mediano plazo. Las dietas exprés, las dietas demasiado restrictivas, entre otras, suelen ser la causa de este efecto rebote que afecta a algunas personas.
Puedes seguir los siguientes consejos:- No tienes que sufrir de hambre excesiva;
- Realizar ejercicio físico durante y después de la dieta de adelgazamiento;
- Bebe agua a lo largo del día, entre 3 y 5 litros;
- No tengas prisa, perder peso debe ser un proceso gradual y gradual;
- Debes ser realista y dejar algo de margen a tu dieta;
- Tras la dieta, busca asesoría con un nutriólogo;
La gran mayoría de las personas siguen dietas sin la supervisión de un profesional o dietista nutricionista. Esto los lleva a tomar decisiones a la ligera, sin siquiera darse cuenta.