Descubre cómo sacar agua del oído

  1. ¿El agua en el oído es peligroso?
  2. ¿Cómo sacar agua del oído?
  3. ¿Cuándo consultar al médico?
  4. Medidas de prevención

A todos nos ha pasado alguna vez que mientras nadamos o nos duchamos se nos mete agua al oído, y sabemos también lo desagradable que puede llegar a ser. Ahora bien, ¿existe un método eficaz de cómo sacar agua del oído? ¿hay maneras de prevenir que nos suceda? Veamos las respuestas a continuación.

¿El agua en el oído es peligroso?

Aunque tal vez parezca algo inofensivo, es imprescindible que saquemos el agua de inmediato, puesto que puede desencadenar graves consecuencias en nuestro oído. Por ejemplo, podría causar inflamación, irritación e incluso infección en el conducto auditivo externo. Pero no te preocupes, explicaremos varias maneras prácticas que te pueden ser de utilidad para sacar agua del oído.

¿Cómo sacar agua del oído?

Alcohol y vinagre

Realiza una mezcla a partes iguales de alcohol isopropílico y vinagre blanco e introdúcelo en un cuentagotas. Con esto ya tendrás preparado una solución eficaz para deshacer el agua que nos ha caído dentro y evitar una infección. Para utilizarla sólo debes dejar caer unas cuantas gotas en el oído y drenarla con cuidado.

En las farmacias también puedes encontrar gotas para secar el agua del oído, éstas por lo general están compuestas de alcohol y son muy beneficiosas. Tanto las gotas caseras como las de las farmacias están contraindicadas en personas que tengan el tímpano perforado.


Creando un vacío

Coloca la palma de tu mano en el oído y luego presiona suavemente hacia dentro y hacia afuera. Verás que con el vacío que se forma comenzará a salir el agua retenida. Procura colocar el oído en posición descendente de manera que el agua no entre aún más en el conducto.

También puedes hacerlo usando un dedo en lugar de la palma de la mano. Repite la misma operación presionando y soltando rápidamente, notarás que de un momento a otro saldrá el agua. Ten en cuenta que para realizar esta acción deberás tener las uñas limpias y bien cortadas, pues si nos rascamos por error, en el conducto auditivo podríamos generar una infección.

Algo que te puede ayudar mientras estás presionando con el dedo, durante el método de succión, es realizar masajes circulares en sentido de las agujas del reloj. El movimiento permitirá que el agua salga.


Empuja el agua hacia afuera

Para lograrlo deberás tapar tu nariz y mantener la boca cerrada. Luego comienza a sonar la nariz suavemente. La fuerza producida en los tímpanos creará un leve estallido indicando que el conducto auditivo ya está abierto y libre del exceso de agua.


Frotar con un paño

Mantén tu cabeza inclinada hacia abajo y procede a limpiar tu oído con suavidad haciendo uso de una toalla o paño limpio. Procura no introducir el paño en el oído, pues te arriesgarías a empujar el agua más a fondo.


Recostarte un rato

Lo que debes hacer es recostarte de lado por un tiempo, con el oído afectado en dirección al suelo. Puedes aprovechar el tiempo para ver tu serie favorita o sencillamente dormir. El agua drenará por sí sola gracias a la fuerza de la gravedad.


Mueve la mandíbula

Realizar movimientos con la mandíbula puede funcionar. Prueba masticando un chicle o bostezando, y mientras lo haces inclina tu oído de lado para que el agua drene.


Utiliza un secador de pelo

Es la técnica con mayor eficacia. Lo único que debes hacer es colocar el secador en la temperatura más baja y sostenerlo en dirección al oído a una distancia mínima de 30 centímetros. Poco a poco sentirás como el agua sale del conducto.

Estos son algunos consejos comprobados de cómo sacar agua del oído. Si nada de esto te funciona, recomendamos pasar al siguiente paso, “acudir a tu doctor”.

¿Cuándo consultar al médico?

Es importante que te dirijas de inmediato al médico si comienzas a presentar los siguientes síntomas:

  • Dolor constante.
  • Picazón dentro del conducto auditivo.
  • Problemas para oír.
  • Secreción amarillenta o verdosa, y de fuerte olor.

Medidas de prevención

La primera recomendación es que después de nadar nos sequemos bien los oídos. Para lograrlo debemos dar toques en la zona externa del oído con una toalla seca e inclinar el oído de un lado a otro, de manera que podamos sacudir el exceso de agua y promover su salida.


Segundo, no uses los hisopos para tratar de sacar agua del oído, pues en lugar de ayudar, lo que ocasiona es que se introduzca más profundamente el agua.


Y, por último, mientras tengas agua en los oídos, evita utilizar tapones o audífonos, ya que podrían empujar el agua hacia adentro.

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