¿Cómo se presenta la diabetes durante el embarazo?

La diabetes gestacional afecta al bebé. De hecho, la sangre cargada con demasiada azúcar pasa a través del cordón umbilical y se transfiere al feto. Por lo tanto, esto puede aumentar demasiado de peso (un bebé de 4 a 5 kg). El parto es más complicado y suele realizarse por cesárea. También hay muchos más casos de bebés prematuros.

La diabetes gestacional también conlleva riesgos de insuficiencia cardíaca y muerte fetal. Al nacer, el bebé corre el riesgo de presentar lo que se denomina hipoglucemia (nivel demasiado bajo de azúcar en la sangre) debido a que su páncreas se ha acostumbrado a producir mucha insulina para contrarrestar la ingesta excesiva de azúcar de la sangre de su madre.

Una vez que nace el bebé, su nivel de azúcar en la sangre baja, pero la producción de insulina permanece sin cambios al principio, de ahí el riesgo de hipoglucemia. Por lo tanto, será monitoreado de cerca.

Riesgos de la diabetes durante el embarazo

Si se descuida un embarazo, finalmente, en la edad adulta, el bebé tendrá más probabilidades de padecer obesidad o diabetes tipo II.

Dados estos riesgos, un seguimiento muy regular, incluso diario, es fundamental para asegurar el buen estado de salud de la madre y el bebé:

  • Una prueba de tamizaje a partir del 1er trimestre para mujeres de riesgo y durante la 4ta consulta prenatal para el resto. Sin embargo, esta prueba no es obligatoria;
  • Monitorización fetal para comprobar las constantes del feto (frecuencia cardíaca, contracciones);
  • Ecografías periódicas para controlar el peso y la frecuencia cardíaca del bebé;
  • Seguimiento por dietista para prescribir comidas equilibradas y adaptadas;
En caso de diabetes gestacional, recomendamos una dieta sana, limitada en productos azucarados (mermeladas, bebidas azucaradas, no más de 2 a 3 frutas al día, etc.). Sin embargo, en algunos casos, esta dieta no es suficiente y el médico prescribe inyecciones de insulina. La paciente puede administrarlos ella misma.

Diagnóstico de diabetes mellitus durante el embarazo

El diagnóstico de la diabetes gestacional se realiza de forma dirigida según los factores de riesgo de la madre.

La madre no tiene factores de riesgo:
  • Azúcar en sangre en ayunas en el primer trimestre del embarazo;
  • El examen de orina mensual prescrito durante las consultas prenatales permite el análisis de albúmina y glucosa presentes en la orina;
Demasiada azúcar en la orina de la futura madre hace necesario un análisis de sangre más exhaustivo.

¿Cómo tratar la diabetes durante el embarazo?

La consulta preconcepcional y un equilibrio óptimo de la diabetes antes, durante y después del embarazo minimizan los riesgos asumidos por la madre y el feto; esto se demuestra en particular por el peligro de malformaciones de nacimiento.

Como las malformaciones pueden desarrollarse antes de que se diagnostique el embarazo, se debe informar a la mujer diabética que desea quedarse embarazada de la necesidad de un manejo periódico y estricto del nivel de glucosa en sangre (la misma regla se debe aplicar a la mujer que no tiene anticonceptivos).

Recuerda seguir procesos de revisión de la mano de tu médico de cabecera:
  • Monitoreo cercano y continuo;
  • Control estricto del azúcar en la sangre;
  • Manejo de complicaciones;
Para minimizar el riesgo, el médico debe hacer todo lo siguiente:
  • Involucrar a un equipo de diabetes (médicos, enfermeras, nutricionistas, trabajadores sociales) y un pediatra;
  • Diagnosticar y tratar rápidamente incluso las complicaciones del embarazo más triviales;
  • Planificar el parto y planificar la presencia de un pediatra experimentado;
  • Garantizar la disponibilidad de una unidad de cuidados intensivos neonatales;

Todos los centros perinatales locales cuentan con especialistas en el manejo de las complicaciones de la diabetes. Pregunta a tu médico si tu centro de salud cuenta con este tipo de especialistas.

Dieta y estilo de vida

Las mujeres con diabetes gestacional suelen seguir una dieta equilibrada para regular sus niveles de azúcar en la sangre; solo algunos de ellos tienen que usar inyecciones de insulina.

Es muy útil seguir algunos consejos:
  • Una dieta moderada ayuda a no engordar innecesariamente. Desacreditar el mito popular de “comer por dos”;
  • La práctica de actividad física (natación o ejercicios propios del embarazo) de forma regular ayuda a bajar los niveles de glucosa ya prevenir la hipertensión;
  • No te saltes los controles periódicos: la diabetes gestacional suele aparecer en la semana 24;
Una mujer embarazada, incluso con diabetes, con los controles adecuados y un estilo de vida saludable, puede vivir uno de los momentos más bonitos de su vida con total tranquilidad.

¿Cómo llevar el embarazo y parto?

El término más apropiado para el parto depende del bienestar fetal. Se les pide a las mujeres que cuenten la cantidad de movimientos fetales que experimentan durante un período de 60 minutos diarios (cantidad de patadas fetales) y que informen de inmediato al obstetra sobre cualquier caída repentina.

La evaluación prenatal comienza en la semana 32; se inicia antes en caso de hipertensión severa o trastorno renal, o en caso de sospecha de retraso en el crecimiento fetal.

La amniocentesis para evaluar la madurez pulmonar fetal puede ser necesaria en mujeres con:
  • Complicaciones obstétricas durante los últimos embarazos;
  • Atención prenatal inadecuada;
  • Fecha de vencimiento incierta;
  • Mal control glucémico;
  • Mala adherencia al tratamiento;
El tipo de parto suele ser parto vaginal no inducido a término. El riesgo de distocia de hombros y muerte fetal tardía aumenta a corto plazo. Por lo tanto, si el trabajo de parto no comienza espontáneamente a las 39 semanas, a menudo es necesaria la inducción.

Los niveles de azúcar en la sangre se controlan mejor durante el trabajo de parto y el parto mediante una infusión continua de insulina en dosis bajas. Si se planea una inducción del trabajo de parto, la mujer come normalmente el día anterior y toma su dosis habitual de insulina.

En mujeres que hayan presentado diabetes gestacional, es necesario prescribir una prueba de tolerancia oral a la glucosa de 2 horas con 75 g de glucosa a las 6 y 12 semanas posparto para asegurar la normalización del equilibrio glucémico.

La lactancia materna no está contraindicada, pero puede inducir hipoglucemia neonatal en mujeres que toman hipoglucemiantes orales.
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