Existen cuatro clases de prostatitis, es necesario que el doctor que diagnostique este padecimiento, pueda diferenciar claramente entre ellas para no darle un mal diagnóstico a los pacientes.
Aquí se incluyen:
- Prostatitis bacteriana aguda o PBA (categoría 1): una infección urinaria provoca una infección en la GP. Los síntomas incluyen escalofríos y temperatura alta. Puede experimentar micción dolorosa y frecuente o, tener dificultades para orinar. La PBA requiere tratamiento médico inmediato;
- Prostatitis bacteriana crónica o PBC (categoría 2): las bacterias quedan atrapadas en la GP, lo que provoca infecciones urinarias recurrentes que son complejas de tratar;
- Síndrome de dolor pélvico crónico o CPPS (categoría 3): CPPS es la clase de prostatitis más frecuente. La hinchazón de la GP ocurre en aproximadamente uno de cada tres hombres. Como su nombre lo indica, este tipo causa dolor crónico en el perineo (el área entre el escroto y el recto) y los genitales;
- Prostatitis inflamatoria asintomática o PIA (categoría 4): esta afección causa inflamación de la GP pero no presenta síntomas. Es probable que usted se entere que tiene esta afección después de hacerse pruebas para hallar la razón de otros problemas. Por ejemplo, un análisis de semen para la infertilidad puede detectar una PIA. Esta clase no necesita tratamiento.
Ahora, es importante aclarar un factor recurrente en el tema de la prostatitis: la GP o glándula prostática. La próstata se encuentra debajo de la vejiga en los hombres y envuelve la parte superior del tubo que transporta la orina de la vejiga (uretra). El cometido de la próstata es elaborar el líquido seminal que fortalece y traslada los espermatozoides.
Como pudimos apreciar, una de las advertencias claves a tomar en cuenta en este tipo de afecciones es que el médico sepa diferenciar bien entre ellas, de lo contrario no se tomarán las medidas adecuadas para su tratamiento pertinente, lo que podría desencadenar muchas complicaciones severas de forma innecesaria.