Aprende a reconocer los síntomas de la tiroides

La tiroides es una glándula que tiene forma de mariposa y está encargada de regular el metabolismo, cuando comienza a fallar, el cuerpo manifiesta una serie de síntomas que no pueden ser ignorados pues la mayoría de ellos son tan notorios como molestos.


Una de las principales causas de la falla de esta glándula es la edad, ya que se relaciona con la pérdida de ciertas funciones del organismo según aumenta la cantidad de años, otro factor importante es la mayor presencia que tiene en personas del sexo femenino. De este modo, pudiéramos puntualizar que el tiroidismo afecta en su mayoría a mujeres a partir de los 40 años, con mayor presencia en aquellas que ya sobrepasan los 65.


Las personas que ya han sido diagnosticadas con problemas en la tiroides se agrupan de la siguiente manera: las que han sido diagnosticadas con hipotiroidismo (cuando la glándula no es tan activa como debería) y el hipertiroidismo (cuando la glándula tiene un ciclo hiperactivo). Según esta clasificación, los síntomas pueden variar y en consecuencia el tratamiento.

Síntomas que presenta una persona con hipotiroidismo:

  • Aumento de peso sin haber alterado la ingesta de alimentos.
  • Dificultad para ir al baño, estreñimiento.
  • Pérdida de cabello, alopecia, cuero cabelludo reseco y cabello quebradizo.
  • Agotamiento, fatiga, depresión.
  • En las mujeres, el ciclo menstrual se altera, se presenta por periodos más largos y cada vez con más frecuencia.
  • Escalofríos y calambres generalizados.

Síntomas que presenta una persona con hipertiroidismo:

  • Pérdida de peso repentina sin razón aparente.
  • Aumento de la presión arterial, taquicardia y mareos con temblores.
  • Dificultad para conciliar el sueño.
  • Cabello quebradizo y aumento de la transpiración del cuero cabelludo y en zonas sensibles.
  • Evacuaciones constantes sin problemas de digestión.
  • En las mujeres, el flujo menstrual disminuye y el periodo se distancia.

Uno de los problemas que deben enfrentar los pacientes con alguna de estas dos condiciones, es que los síntomas pueden relacionarse con cualquier otra enfermedad, y los médicos pueden tardar en el diagnóstico, lo que ocasiona que el tratamiento no sea iniciado a tiempo. Algunas mujeres detectan que están padeciendo de la tiroides cuando planifican el embarazo, pues la alteración en el funcionamiento de esta glándula puede impedir que la ovulación se lleve a cabo con normalidad.


Otro síntoma importante que a su vez se transforma en el más difícil de controlar es el aumento o disminución de peso; es el principal indicativo de los problemas de tiroides, ya que al no haber una razón aparente, o cambio de dieta, que justifiquen el aumento de peso, el primer examen que se recomienda es un perfil tiroideo, lo que arrojará inmediatamente un resultado acertado. La disminución o aumento de la producción hormonal es lo que genera un cambio drástico en el metabolismo.


Otro síntoma netamente estético y producto de la inflamación de la tiroides es el aumento de volumen en la parte delantera del cuello; puede haber presencia de nódulos inflamados y hay que tener especial cuidado si es que llegase a haber algún síntoma de cáncer.


Toda nueva situación atípica que esté relacionada con una enfermedad tendrá un impacto sobre el estado de ánimo del paciente. Sin embargo, en el caso de la tiroides, ésta de forma involuntaria causa estragos sobre la conducta; irritabilidad, cansancio, depresión extrema, falta de motivación, entre otros, lo que puede desencadenar otras consecuencias como la infertilidad, y son sólo algunos de los síntomas que deberá sortear quien padezca esta condición. Con el tratamiento adecuado y los paliativos naturales, una persona con hipertiroidismo o hipotiroidismo puede alcanzar una calidad de vida bastante normal.


Algunas recomendaciones para tratar los problemas de tiroides de forma natural, para complementar cualquier tratamiento recetado por un experto, incluyen aumentar la ingesta de ciertos nutrientes que se encuentran presentes en diversos alimentos. Uno de ellos es el selenio, este nutriente ayudará a la tiroides a trabajar con mayor rapidez, lo que beneficiará a los pacientes con hipotiroidismo; este se encuentra presente en las nueces de Brasil, el hígado y los mariscos. También se debe ingerir más yodo, cinc, calcio y vitamina D.


Los alimentos que por defecto tienen estas vitaminas son la sal yodada, las algas, los lácteos, vegetales como la acelga y la espinaca. Siempre estará disponible de adquirir multivitamínicos y cápsulas de cada nutriente que haga falta, sin embargo, un cambio en el estilo de vida y alimentación será el aliado perfecto para sortear cualquier enfermedad.
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